9.- Museo Nacional de la Historia de Moldavia.

En este magno edificio se concentran de manera muy concreta las imágenes y objetos de valor que ejemplifican los grandes pasos en la historia de Moldavia.
Se puede conocer algo de los orígenes casi tribales de Bessarabia, así como su anexión a Rumania.
Luego se aborda la llegada de la Revolución Soviética, que separa esta región y la convierte en Moldavia.
Asimismo, se llega a la independencia, tras la caída de la URSS. Todo ello acompañado de fotografías y actas que enmarcan tales momentos.
Como plus, puedes acudir a una bodega «secreta» que cuenta con tesoros impensables para un país como Moldavia. Joyería y bisutería de tiempos y regiones lejanas.
Su joya de la corona, por ejemplo, es un supuesto busto de Publio Elio Adriano, el memorable gobernante del Imperio Romano allá por el siglo II.
Por desgracia, los guardias impiden que tomes foto. Aún así, ya que estás encarrerado, vale la pena asomarse.